Además de por su calidad, la obra de Nicolás se caracteriza por la experimentación de diversos estilos, métodos y temas que podemos dividir en: dibujo, pintura y fotografía.
Dibujo
Nicolás es un artista orientado hacia la arquitectura y el diseño. El dibujo es pues, para él, un instrumento esencial para su trabajo y nos permite conocer ideas y proyectos que no pudo llegar a desarrollar por su temprano fallecimiento y nos ayudan a conocer mejor sus ideas e inquietudes. Podemos señalar tres temas fundamentales: el mundo industrial, la figura humana y las naturalezas muertas.
• El mundo industrial: líneas rectas, tintas planas y estudios de perspectivas.
El funcionalismo y la ausencia de ornamentos impulsada por la escuela de arquitectura y diseño Bauhaus están muy presentes en su obra.
• La figura humana: prima la espontaneidad y la rapidez de ejecución. Pretende captar instantes, situaciones o cualquier cosa que capte su atención de forma rápida y sin retoques.
Estudios anatómicos de gran solidez y plasticidad a pesar de su carácter de ejercicios, superada una primera fase modernista de estilización y afecto a las líneas curvas.
Además realiza muchos dibujos de tipo ilustración, acompañados a veces de frases irónicas o de carácter pesimista y crítica frente al mundo.
Durante los dos últimos años en Madrid, a partir de los 19 años, es cuando todas las influencias que ha recibido maduran en forma de una obra plenamente vanguardista, muy marcada por el surrealismo.
Aparece una iconografía metafísica y surrealista. Busca sus temas dentro de sí mismo creando escenas surrealistas con objetos en escalas desproporcionadas y combinaciones imposibles.
En otras series crea seres imaginarios, mezcla entre el mundo vegetal y la abstracción, con una línea de dibujo clara pintada y con superficies rayadas o punteadas, surgiendo así unos dibujos de gran carga poética y uniendo las tendencias surrealistas de los años 30 con las líneas curvas y sinuosas de los 20.

• Las naturalezas muertas: comienza con sencillos bodegones de frutos para pasar a experimentar con diferentes puntos de vista a la manera cubista.
Se repite el tema del juguete y las máscaras en la época madrileña.
Una obra llama la atención. Es “ritmo y armonía”, íntimamente relacionada con las teorías que Kandinsky publicara 7 años atrás en su obra “punto y línea sobre el plano”, en el que habla de la liberación del punto y la línea de todo propósito explicativo, descriptivo y/o utilitario.
Pintura
Es relativamente escasa su producción pictórica al lado de su extensa obra en papel y fotografía.
En un primer momento expresa mediante calaveras, máscaras y otros objetos inanimados su desolación por la pérdida de su padre.
A partir del año 34 se impone el surrealismo poético. La noche, la luna...es el universo de los poetas del 27.
Poco a poco se va imponiendo su universo personal.
Fotografía
Debido al escaso desarrollo de la fotografía en la España de los años 20 y a la ausencia de escuelas, los jóvenes artistas debían formarse de manera autodidacta a través de las revistas de arte y las de cine, que se había convertido ya en una gran industria después de la I Guerra Mundial.
El joven Nicolás estaba fascinado por el cine expresionista alemán con sus luces y sombras. Intenta resaltar las texturas de los objetos y utiliza a sus hermanos como modelos.
Nicolás daba a sus fotografías el mismo valor que a sus dibujos y óleos. En 1932 presenta para una exposición muchas más fotografías que obras en cualquier otro formato.
Fotomontajes
Constituyen la parte más cautivadora de su trabajo. En ellos aparece su talento como fotógrafo, artista y poeta. La mayor parte de ellos los realiza entre 1932 y 1935. Descontextualiza y asocia los objetos de manera libre más cerca de los surrealistas que de los dadaístas, cubistas o cualquier otra vanguardia. Básicamente se dan dos líneas temáticas que trabaja en paralelo:

-Montajes de carácter social que aluden a la clase proletaria (obreros y campesinos) y los referidos al tema de la guerra. Rechazo de los símbolos bélicos y del capitalismo.
-Trabajos de carácter más lúdico y esteticista relacionados con la mujer y el deporte. Una de las claves líricas que más utiliza son los “tactos sutiles”, esto es, el ligero contacto de unos dedos relacionando dos formas.
Al acabar los estudios en Madrid Nicolás regresa a Guipúzcoa donde se decanta en lo profesional por la arquitectura racionalista.
Sus dibujos y pinturas siguen adentrándose en el surrealismo orgánico. Se centra en dos temas obsesivos: paisajes desolados y figuras antropomorfas con grandes huecos en sus rostros, aberturas de carácter expresionista cercanas a los vacíos de Henry Moore, Alberto Sánchez o su gran amigo Jorge Oteiza.
Durante estos dos años apenas realiza fotografías, excepto algunos retratos y autorretratos que utilizará en sus collages. En éstos las bellas analogías de trabajos anteriores se han convertido en macabras imágenes de guerra y sangre.
Como casi todos los artistas que vivieron aquellos difíciles momentos anteriores al alzamiento contra la República, Lekuona deja en sus últimos trabajos un estremecedor testimonio de la guerra.
En 1937 a los 23 años desaparece este joven talento que aún hoy sorprende por la modernidad de sus obras.

::/Fotocollage
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
::/Fotografía
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
::/Pintura-dibujo

* Colección hermanos Lekuona
** Museo de Bellas Artes de Bilbao
*** Museo de Arte Reina Sofía
**** Artium

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